Crítica de "En realidad, a la señora Blum le gustaría conocer al lechero / El busardo", de Peter Bichsel

portada de En realidad a la señora Blum le gustaría conocer al lechero y El busardo, de Peter Bichsel


Este libro de Peter Bichsel es una colección de Relatos
¿Cómo empieza?
"Improvisando puede uno imaginarse una casa, una casa con cuatro pisos, con una escalera que los une y los separa, con un tejado de tejas; una casa en una calle, embutida entre otras en un suelo caro, las ventanas orientadas a la calle, la entrada en el patio trasero. 
En la planta baja no viviría nadie. Jamás se ha visto a nadie en la planta baja. En la planta baja sigue la misma puerta marrón, la pintura saltada, los cristales opalinos, las cortinas a rayas azules. Tal vez no viva nadie en la planta baja. 
Primer piso: puerta marrón, pintura saltada, cristal opalino. Aquí vive alguien.
Segundo piso: aquí también vive alguien.
Y en el tercer piso vive alguien."
(Del relato: "Pisos"). 

¿Qué cuenta?
La obra de Peter Bichsel es una de las más curiosas y sorprendentes de la literatura contemporánea en lengua alemana. Maestro del relato breve y de las historias mínimas, Bichsel logra transmitir un universo de sensaciones a través de un lenguaje que solo se me ocurre calificar como críptico. Este volumen está compuesto por dos obras nunca antes publicadas en España. "En realidad, a la señora Blum le gustaría conocer al lechero" consta de 21 narraciones mínimas, mientras que "El busardo" está compuesta por 8 relatos breves.

El relato
"El lechero". Dentro de su peculiar estilo, me parece un relato sencillamente perfecto. Ahí va un fragmento, a modo de muestra:
"El lechero escribió en una nota: «Hoy no queda mantequilla, lo siento». La señora Blum leyó la nota e hizo las cuentas, movió la cabeza y volvió a sumar, luego escribió: «Dos litros, cien gramos de mantequilla, ayer no había mantequilla y me la cobró».
Al día siguiente el lechero escribió: «Disculpe». El lechero viene a las cuatro de la mañana, la señora Blum no lo conoce, tendría que conocerlo, pensaba a menudo, un día tendría que levantarme a las cuatro para conocerlo.
La señora Blum teme que el lechero pueda estar enfadado con ella, que el lechero pueda pensar mal de ella, su lechera está abollada."
El fragmento
"Él se esperaba mucho de su entierro y siempre estaba pensando en cómo configurar la ceremonia. «No hagáis ninguna cosa rara», aclaraba, o le decía a su mujer: «Sabes que odio los claveles, tienes que saberlo, podría ser importante».
Se alegraba de no haberse muerto hacía ya dos o cinco o diez años, pues dos años antes le habrían puesto claveles en la tumba, entonces le gustaban  los claveles y hace cinco años le gustaba la música de instrumentos de metal, y hace diez años incluso era miembro de un partido."
(Del Relato: "Su noche", p 43)


¿Por qué tienes que leerlo? 
Porque Bichsel es un soplo de aire fresco en tus lecturas; y de vez en cuando va bien leer algo nuevo. 
Porque su narrativa sencilla, ingenua, casi naïf se convierte en un ejercicio que te obliga a rellenar los huecos, un ejercicio que te gusta y te estimula a partes iguales.  

Alguna curiosidad para acabar
Bichsel logró un éxito de público inmediato con su primera colección de relatos (de apenas 50 páginas), "En realidad, a la señora Blum le gustaría conocer al lechero", lo que le valió más de un detractor entre los críticos literarios de la época.

Título: En realidad, a la señora Blum le gustaría conocer al lechero / El busardo
Título original: Eigentlich möchte Frau Blum den Milchmann kennenlernen / Der Busant
Editorial: Espasa Calpe (Relectura Narrativa)
Traductor: Isabel Hernández
Año original: "En realidad..." (1964) / "El busardo" (1985)
Páginas: 206
ISBN: 84-670-1539-X

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